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Pienso que España es un país, a mi juicio, mucho más noble que Inglaterra. Es una nación autocrítica con sus errores históricos, Bartolomé de las Casas, por ejemplo. Ese no es el caso de Inglaterra. Pienso que en este mes, en el que se mancilla a España sin un conocimiento riguroso de la historia, los que sonríen de oreja a oreja son los ingleses.
Cualquiera se ofrece a despotricar en contra de España, vi muchas
publicaciones, fundadas e infundadas, el día de ayer en redes sociales, pero
ignoran en realidad que Inglaterra es una nación exageradamente violenta, pero
a diferencia de España, es hipócrita en el más alto grado y reacia a
reconocer sus colosales faltas históricas. Esto que digo no es una
apología a la barbarie desplegada por los españoles en este continente.
Pero desde un punto de vista histórico ¿hicieron más daño los españoles o los
criollos, que eran los supuestos libertadores?
Los británicos se encargaron de fortalecer,
a base de prejuicios y propagandas gratuitas, la leyenda negra, si
hubieran sido ellos los señalados otra cosa sería. Las tesis de que «España es
la gran culpable de todos los males de América del sur», que Isabel la Católica
fue una reina cruel y despiadada», que «La Inquisición es la predecesora del
nacionalsocialismo de Hitler» fueron promovidas por los ingleses. No niego la
crueldad española, pero el que salió más beneficiado de toda esa difama fue
Inglaterra, pero esa nación no es una santa.