La mujer y la Iglesia Católica



La mujer y la Iglesia Católica




Por: Víctor Salmerón


Uno de los sectores más damnificados, producto de los perjuicios y prejuicios de la iglesia católica es, para el que lo quiera saber y el que no, el femenino.  Por ejemplo, la biblia de cuyo contenido se deriva la moral y la teología cristianas es, por lo que allí se expone, furibundamente machista.



 El antiguo testamento demuestra, de manera irrefutable, lo que digo. Léase detenidamente estos versículos:   Génesis 3:16, donde se narra el castigo de Dios a la mujer; Levítico 12: 1, 2 & 5 y Jueces 21:10-12 etc. Todos esos versículos comparten algo en común: su furibundo y virulento odio contra las mujeres.  Para los autores de la biblia, la culpable de toda la desgracia de los hombres fue la mujer; asimismo como la responsable directa de la enemistad de éste con aquellos.


Mas esa negativa no se superó en el nuevo testamento. Pablo de Tarso, fundador real del cristianismo (del cual surgió la iglesia católica) y máximo promulgador de la propaganda ideológica cristiana, tenía una opinión bastante lamentable del sector femenino.  Solemnemente proclamó: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.” (Corintios 14: 34 & 35). En otra parte dice: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor, santificación, y modestia. (1° Timoteo 2: 11-15). 



Se dirá, eso fue cosa del pasado, yo no lo creo; actualmente este organismo religioso sigue relegando a la mujer, y ésta sólo sirve para cumplir las funciones más ínfimas en la institución, vaya consuelo.



Son los hombres, porque Jesús era hombre, los únicos que pueden convertirse en diáconos, sacerdotes, obispos y papas. Pero las mujeres cristianas, al parecer no son capaces de advertir todos esos atropellos a su dignidad. 

Víctor Salmerón

Hola a todos. Decidí, siguiendo las demandadas más profundas de mi espíritu, crear este espacio de opinión porque me gusta escribir y expresar, de manera clara y vehemente, mis ideas filosóficas y políticas. Me gusta el debate. Especialmente cuando es desarrollado bajo la norma del respeto, algo tan elemental, pero en peligro de extinción. El contenido principal de este espacio es de carácter filosófico, es verdad. Sin embargo, los acalorados debates políticos y otros temas de cultura saldrán a relucir de vez en cuando.

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